El amor no solo son caminatas largas al pie de las olas del mar, besos a la luz de la luna, flores y chocolates. El verdadero amor se sufre y también se pierde. Te dejamos una lista de películas que abordan la imposibilidad del amor y, en muchos casos, nuestra necia y heroica existencia de ceñirnos a él.
Ese obscuro objeto del deseo (Cet obscur objet du désir, Luis Buñuel, 1978) | |
La última película de Luis Buñuel, que hizo a los 77 años, es una divertida y angustiante reflexión sobre la seducción, el amor y la cruel naturaleza humana. Mathieu (Fernando Rey) ha quedado prendado de Conchita, una mujer mucho más joven, y está dispuesto a todo con tal de tenerla. Pero mientras da más avances para alcanzarla, ella tiene más motivos para rechazarlo y, de paso, torturarlo. Tal es la naturaleza elusiva e inalcanzable de esta dama, que Buñuel usó a dos mujeres distintas para interpretar este papel, Ángela Molina y Carole Bouquet. Dicen que el amor no tiene edades, pero Buñuel parece querer decirnos que su correspondencia sí.
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Allegro (Christoffer Boe, 2005) | |
Zetterstrøm, un pianista danés, decide, para continuar con su carrera musical abandonar Copenhague, viajar a Nueva York y olvidar todas sus experiencias del pasado, entre ellas, su amada Andrea. En Estados Unidos, adquiere fama y un día se le presenta la oportunidad de volver a Dinamarca. El músico acepta la propuesta y después de diez años regresa a su país. En Copenhague hay un territorio extraño denominado “la zona”, donde nadie puede entrar porque, más que un espacio físico, es una metáfora de la memoria de Zetterstrøm. Además de esto, Tom, el narrador de la historia, le arrebata su talento musical. Una caja, metáfora de la memoria, y “la zona”, espacio al que sólo puede acceder Zetterstrøm para recuperar sus recuerdos, son los dos espacios que utiliza Christoffer Boe para aludir al olvido. El protagonista guarda en la caja sus experiencias más felices, sus vivencias más gratas, su amor con Andrea, y promete no volver a ellas. Cree que de esta manera será exitoso profesionalmente, no obstante, cuando se da cuenta de la realidad y desea volver a aquella caja, ésta ha trasladado todo su contenido de nuevo a “la zona”, y es ahí donde deberá superar algunos obstáculos para recuperar sus habilidades artísticas y recordar a Andrea, la única persona que lo hace sentir feliz, seguro y lo motiva para tocar con inteligencia y pasión.
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Closer (Closer: llevados por el deseo, Mike Nichols, 2004) | |
La película tiene al menos un mérito claro: Natalie Portman caracterizada como stripper, bailando en un tubo con una peluca rosa. Basada en una obra de teatro que usa la vieja fórmula de comedia de enredos que, algunos dicen, es una reinterpretación moderna de la ópera Così fan tutte de Mozart. El giro al género es la inesperada carga dramática que culmina con un final desesperanzador en un universo frío donde no hay lugar para las buenas acciones o sentimientos, y cada personaje parece ser el epítome del egoísmo y la traición. |
Annie Hall (Dos extraños amantes, Woody Allen, 1977) | |
Una obra maestra del cine donde Woody Allen demostró al público que sus películas podían rebasar los territorios de la comedia para desentrañar la verdadera naturaleza del amor. ¿Quién no ha revivido nunca los momentos clave de una relación fallida solo para darse cuenta que hasta los instantes de amargura se han convertido en un tesoro?
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Eternal Sunshine of a Spotless Mind (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, Michel Gondry, 2004) | |
En 2004, el director Michel Gondry y el guionista Charlie Kaufman ganaron un premio de La Academia gracias al impecable trabajo que realizaron al escribir Eterno resplandor de una mente sin recuerdos. En esta cinta la premisa ficcional es opacada por el alto contenido emocional que se desprende de las actuaciones memorables de todo el elenco. La historia se desarrolla en torno a un bello romance y la forma en la que la pareja intenta superar la ruptura, una y otra vez, dramas y mocos de por medio. Pero sin importarles que el dolor crezca cada vez más, están dispuestos a revivirlo nuevamente con tal de estar juntos.
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Let The Right One In (Let the Right One In, Tomas Alfredson, 2008) | |
Un muchacho solitario encuentra la compasión y el cariño que tanto necesita en una niña asesina que no conoce la piedad a la hora de matar. A pesar de ser una película sangrienta, Let the Right One in es en realidad la historia de dos niños aislados del mundo que buscan salvarse de su soledad. |
500 días con ella ((500) Days of Summer, Marc Webb, 2009) | |
Cuando Tom conoce a Summer sabe que es la chica perfecta. No solo tiene sus mismos gustos musicales sino que es inteligente, graciosa y, bueno, es Zooey Deschanel. Para su mala fortuna, Summer no cree en el amor y aunque se la pasan muy bien juntos no está dispuesta a que su relación llegue a los niveles que Tom quisiera. Aunque la chica lo deja claro desde el principio, y a pesar de que esta es una divertida comedia romántica, no podemos evitar sentir el trago amargo cuando las esperanzas de Tom se van derrumbando.
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Escenas de un matrimonio (Scener ur ett äktenskap, Ingmar Bergman, 1973) | |
El primer vistazo que echamos a la vida de Marianne (Liv Ullmann) y Johan (Erland Josephson), a través de las preguntas de una periodista, nos hace creer que en esta pareja todo funciona de maravilla. Pero conforme nos vamos acercando y el tiempo pasa, la relación va exhibiendo sus quebraduras. En algún momento Johan comenta que el matrimonio debería ser un contrato sujeto a renovación anual y aun así le cuesta trabajo firmar el divorcio cuando parece inminente. Esta cinta prueba, además de que el matrimonio no es lo mismo que el amor, que el divorcio y la separación tampoco son lo opuesto.
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L’Eclisse (Michelangelo Antonioni, 1962) | |
Al buscar a su madre en la Bolsa de Valores de Roma, Vittoria (MonicaVitti) conoce a Piero (Alain Delon) que, a su vez, realiza ahí movimientos de inversión para su madre viuda. Vittoria recién ha roto con su novio y el compromiso que con él tenía. Piero vive obsesionado con hacer dinero. Dos almas solas, desubicadas e individualistas se embarcan en una pasional relación en los ya descocados sesenta. En la última secuencia, que actúa como sublime poema, los semáforos, los edificios, las calles vacías y la parada del autobús donde Vittoria y Piero se encontraban y prometieron reunirse una vez más, se quedarán esperándolos per seacula saeculorum.
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In The Mood For Love (Wong Kar-wai, 2000) | |
Las paredes desgastadas de la calle, los corredores del vecindario que habitan, las escaleras de la fonda de noodles de al lado, ‘Quizás, quizás, quizás’ interpretada por Nat King Cole, y los relojes (exquisitamente coreografiados por Wong Kar-wai y retratados por la cámara de Christopher Doyle) son testigos cotidianos de cada gesto sensual del enamoramiento entre Mrs. Chan (la hermosísima Maggie Cheung) y Chow Mo-wan (el apuesto Tony Leung) que están casados pero, para su desgracia, no entre sí. Ambos sufren dolorosos desegaños de sus respectivas relaciones pero, pese a haberse encontrado el uno al otro, no ceden a la tentación de ser infieles como sus parejas. Un alto sentido de la ética personal y la moral, en el Hong Kong de los sesenta, le asesta una derrota definitiva al amor.
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