Sin orden de preferencia, 10 películas que retratan el amor homosexual postulando más preguntas que juicios.
Diferente a los demás Anders als die Andern, Richard Oswald, Alemania, 1919 | |
Wir sind nun einmal anders als die Andern...
Pues somos distintos a los demás
(estribillo de Das Lila Lied (1920), el primer himno gay , creado en la República de Weimar)
Promulgado en 1871, el párrafo 175 del código penal alemán llevó a la cárcel a miles de homosexuales alemanes acusados de "vicio innatural entre los hombres". En 1919, el director Richard Oswald y elDr. Magnus Hirschfeld –psicólogo y pionero sexólogo alemán-, crearon una película muda destinada a exponer lo injusto de este párrafo y a ayudar a liberar al "tercer sexo" de la persecución legal y el escarnio público. Anders als die Andern sigue a Paul Körner, interpretado por Conrad Veidt –el sonámbulo Cesare de Das Kabinet des Dr. Caligari–, un concertista de piano gay quien es chantajeado por un examante llamado Bollek –quien oculta su preferencia sexual-. Cuando el incipiente romance entre Körner y un joven y guapo estudiante de música entra en conflicto con la extorsión de Bollek, Körner decide asistir a los tribunales alemanes de protección. Sin embargo, el párrafo 175 hace criminales a acusador y acusado, por lo que Körner deberá pagar su preferencia sexual con su carrera y su libertad. Enclavada en los controvertidos y libertarios años de la República de Weimar, ésta es quizá la primera cinta con temática abiertamente homosexual. Prohibida en el tiempo de su estreno y, posteriormente quemada por los nazis, hoy día existe por lo menos la mitad de su longitud original
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My Beautiful Laundrette Stephen Frears, Reino Unido, 1985 | |
Omar (Gordon Warnecke) no sólo se encuentra en medio de dos culturas (su natal Pakistán y su nueva casa, Inglaterra), sino también de dos formas de vivir (su padre es un periodista alcohólico; su tío, un exitoso hombre de negocios). El descarado tío, Nasser, insiste en que Omar debe encontrar una linda mujer con quien casarse, incluso propone a su propia hija. Sin embargo, el joven, cuando se encuentra con un grupo de punks callejeros, se acerca sin temor a su líder, Johnny (Daniel Day-Lewis) y lo saluda efusivamente. Los jóvenes fueron amantes durante su época estudiantil. Ante el reencuentro, Johnny abandona su banda para unirse a Omar y sacar a flote la lavandería que este último regenta. Un retrato de los habitantes de la Inglaterra moderna acompañado de un amplio estudio de contrastes: ricos y pobres, británicos nativos e inmigrantes, heterosexuales y homosexuales. Stephen Frears se muestra como un hábil explorador de los amores “ilícitos” y la sexualidad durante el régimen de Thatcher. Es la historia de dos hombres ajenos a la Londres moderna, como si se tratara de dos prendas sucias que no encajan en un limpio guardarropas. Aunque la relación de Omar y Johnny es el motor del relato, el realizador británico demuestra su gran habilidad para manejar muchos temas con gracia y corazón, otorgándole a cada uno el tiempo y espacio que merece.
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My Own Private Idaho Gus Van Sant, Estados Unidos, 1991 | |
My Own Private Idaho de Gus Vant Sant enmarca, en el paisaje de un Estados Unidos marginal, en plenos años noventa, la historia de Mike (River Phoenix) y Scott (Keanu Reeves), dos jóvenes errantes, desplazados hacia ningún lugar, que sobreviven prostituyéndose mientras buscan en la árida carretera, en el collage de rostros de jóvenes callejeros que se cruzan en su camino, su propia vida. Mike vive entre encuentros sexuales tanto con hombres como mujeres, episodios de narcolepsia que lo dejan varado en medio del suelo y el incumplido anhelo de reconciliarse con su propio y dudoso pasado. La suya es una vida azarosa, arenosa –como la textura de la cinematografía de la cinta-. Aunque no es correspondido con la misma intensidad, Mike está enamorado de Scott, quien se asume gay solo por dinero. Él es el hijo de un alcalde, que se involucra en la “economía del cuerpo” como subversiva reacción en contra de su padre. La forma en que el personaje de Phoenix comparte paulatina y tímidamente sus sentimientos hacia Scott, despierta el fantasma universal del deseo no correspondido; quizá un escenario común en el cine gay, pero el Mike de Van Sant muestra la necesidad de hacerse de un territorio en el otro, que a menudo viene con el enamoramiento. Mike quiere una vida al lado de su idealizado amante, pero Van Sant es feroz y, a cambio, entrega un cuento nómada sin final feliz, donde el camino al amor está perpetuamente bloqueado para aquellos que vagan bajo la sombra de su profunda soledad por carreteras sin fin.
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Before the Night Falls Antes que anochezca, Julian Schnabel, 2000 | |
Bajo la batuta de Julian Schnabel (La escafandra y la mariposa, 2007), Javier Bardem (No Country for Oldmen, 2007) da vida al controversial escritor cubano, Reinaldo Arenas, quien fuera acosado y perseguido por el régimen de Fidel Castro debido a sus preferencias sexuales. Arenas escribió las páginas de esta autobiografía mientras se escondía de la policía en un parque. Por este motivo, intentaba avanzar todo lo que pudiera antes de la puesta del sol, de ahí el título del libro que da nombre a la película. La historia confronta dos espectros de la homosexualidad, por un lado el desenfreno y el libertinaje (cuenta Arenas que en una ocasión tuvo relaciones con todos los soldados de un convoy) y por el otro, la represión casi genocida que se vivió durante los primeros veinte años de la dictadura revolucionaria en Cuba. La promiscuidad de Reinaldo no es un estereotipo más, él alguna vez estuvo dispuesto a amar al primer hombre –por quien se asumió como homosexual- pero al ser rechazado, adujo toda relación como un medio para obtener placer. Sólo en sus últimos años en el exilio, conoció el amor, asexuado, por un chico heterosexual.
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La virgen de los sicarios Barbet Schroeder, España - Francia - Colombia, 2000 | |
Fernando Vallejo (Germán Jaramillo) gusta de la música clásica. “Me atraviesa el corazón” le confiesa a su amante adolescente, Alexis (Anderson Ballesteros), mientras intenta reeducarlo en sus extrovertidos gustos musicales. Después de 30 años, Fernando, el polémico novelista colombiano, ha vuelto a Medellín para morir. Le pesan las canas. Asiste a su realidad con pesadez, con hastío: le molestan los ruidos, la agresividad, el egoísmo. Solo le queda Alexis -dieciséis años, la mirada perdida, un sicario de gatillo ligero, su guía y acompañante, ese muchacho equivalente a Tadzio (la juventud y la vida) de La muerte en Venecia, para aferrarse a vivir. Entre la inmundicia, la sordidez, y el horror de la violencia en las calles de esa ciudad, entre delincuentes, iglesias y policías, tiene lugar esta historia de amor entre ese hombre maduro y ese muchacho que solo tiene un presente. Un amor puro, sin más interés que el estar el uno al lado del otro.
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Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor Julián Hernández, México, 2003 | |
El errabundo recorrido sentimental por las calles de la Ciudad de México de Gerardo (Juan Carlos Ortuño), joven homosexual marginado que busca dar sentido a una carta que su examante le ha dejado, a través de su encuentro con una serie de personajes discapacitados para dar o recibir amor, es delicadamente retratado por la cinematografía en blanco y negro de la cinta de poético título, Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor. Heredero del cine de temática homosexual de Jaime Humberto Hermosillo, el debut de Hernández da testimonio de las ansiedades, deseos, anhelos y frustraciones en la vida de los hombres gay en el México contemporáneo, a través de un homosexual de origen indígena, hecho que manifiesta el doble problema que significa para un hombre no blanco, ser gay en una sociedad heteropatriarcal con estratificación racial. Los pasos sin rumbo por billares, cafeterías, terrenos baldíos o vías férreas del Gerardo de expresión impasible –que la cámara de Hernández se preocupa por enfatizar con abundantes close-ups-, recalca la soledad dejada por su amante, la esperanza rota de hallar afecto en los otros, y el drama que supone tratar de integrar coherentemente su identidad sexual así como sus antecedentes étnicos y sociales en un solo ser.
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Brokeback Mountain Ang Lee, Estados Unidos, 2005 | |
Ennis Del Mar (Heath Ledger) le narra a su compañero, otro pastor de ovejas llamado Jack (Jake Gyllenhaal), que cuando era niño su padre se aseguró de que fuera testigo de un asesinato homofóbico. Cuando su padre le enseñó a odiar a los homosexuales, Ennis aprendió a reprimir sus deseos. Esa memoria de la infancia regresa siempre como fantasma para recordarle al hombre que debe odiar sus sentimientos. Ennis y Jack sufren, primero, una atracción física; después, un enamoramiento. Brokeback Mountain muestra la conexión de dos seres humanos cuando están expuestos al aislamiento, y también es el retrato del miedo; aquellas inseguridades de aceptarse a sí mismo y comprometerse a vivir con el otro debido a los tormentosos recuerdos que se expanden al contexto homofóbico y violento del presente de Ennis. Mientras más particular es en mostrar las motivaciones y temores de los protagonistas, el relato de Ang Lee se vuelve más universal. La tragedia podría ocurrirle a cualquiera; dos mujeres, o dos amantes pertenecientes a distintas religiones o grupos étnicos.
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The Kids Are All Right Los niños están bien, Lisa Cholodenko, Estados Unidos, 2010 | |
A la gente le gusta llamarle “amor” al pegamento casi milagroso que mantiene fusionadas a las familias. Pero el secreto es más complejo que la combinación de esas cuatro letras. En The Kids Are All Right, a la desconocida fórmula de unidad, se le añaden varios grados de dificultad: no hay una mamá y un papá, sino dos mamás (Julianne Moore y Annette Bening); por ende, los dos hijos (cada uno de una de las madres) no viven con su papá. Eventualmente, los genes llaman, y ambos muchachos sienten la necesidad de conocer al padre (o donador de esperma), encarnado por Mark Ruffalo, que resulta ser una figura que introduce demasiada testosterona a este mundo en el que predominan los estrógenos. Él es encantador, exitoso, divertido, pero también egoísta, irresponsable e infantil. En definitiva no es alguien que pueda (por más que tres de los cuatro miembros principales lo deseen) encargarse de una familia. Los estragos que su presencia causa, llevan a las dos cabezas a preguntarse, a pesar de sus preferencias sexuales (pues una de ellas prueba que no tiene nada en contra de la bisexualidad), si podrán limar las asperezas para mantenerse unidas, si reencontrarán un orden que les otorgue suficiente importancia a cada una; una encrucijada a la que tarde o temprano la mayoría de las parejas llegan. Todo es relatado con humor y buenas actuaciones, en un ambiente ideal en la que no existen los prejuicios sobre la sexualidad. ¿Así sería si en nuestra sociedad aceptáramos sin tapujos los matrimonios gay y su posibilidad de adoptar?
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La vida de Adele La vie d’Adèle, Abdellatif Kechiche, Francia - Bélgica - España, 2013 | |
Adèle (Adèle Exarchopoulus) no tiene idea de lo que es estar enamorada hasta que ve a Emma (Léa Seydoux) cruzar la calle. ¿Qué es ese chispazo que hace que sus miradas se atraviesen entre sí? Es un misterio, como lo es el amor a primera vista. Su relación es abordada por la cámara con tal cercanía, que su homosexualidad no resulta demasiado trascendente. Viven el enamoramiento de forma bastante promedio: una llena los espacios vacíos de la otra. Se acompañan en el tiempo. Concuerdan y discrepan bajo un mágico colchón de tolerancia, respeto y admiración que, como sucede de vez en cuando, se va desgastando. El espectador podría olvidarse de que está siguiendo la historia de amor de dos personas del mismo sexo salvo en las polémicas escenas de cama en las que su director,Abdellatif Kechiche, se empeñó en encuadrar, alumbrar y coreografiar los cuerpos de dos mujeres para resaltar su belleza y sensualidad. Esto molestó a muchas lesbianas que veían en estos encuentros más calentura masculina que realidad. Pero Kechiche –que bien sabe lo que hace– se adelantó a las críticas y en la misma película defendió la estetización del placer femenino como un derecho del artista. Definitivamente La vida de Adèle no es una película que se canse ondeando los colores del arcoíris, y eso la hace todavía más trascendente: apela al amor universal, no al amor gregario, a través del encuentro fulminante de dos mujeres.
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El extraño del lago L'Inconnu du lac, Alan Guiraudie, Francia, 2013 | |
Franck (Pierre Deladonchamps) es un asiduo visitante de un lago de la campiña francesa, una zona de cruising (encuentros sexuales furtivos con desconocidos) para homosexuales. A la orilla de esa laguna, Franck conoce a Michel (Christophe Paou), un hombre misterioso y atractivo del que se obsesiona. En ese mismo lugar, Franck conoce a Henry (Patrick d’Assumçao), un tipo solitario y regordete con el que establece una relación de amistad. Un crimen perpetrado a manos de Michel, cambia totalmente la percepción que del lugar, los personajes y la naturaleza que habíamos comprendido hasta entonces. Franck comienza a sentir más que el simple deseo sexual por él a pesar de saber que podría estar en peligro. Alain Guiraudie plantea el conflicto del amor y el deseo, a través de tres hombres homosexuales con diferentes sentimientos, necesidades y conflictos (Franck, Michel y Henri), unidos por un amor concebido de tres maneras distintas: el liberal, el obsesivo y el romántico, respectivamente; que los conduce a la tragedia del no amado, el no exclusivo y el no correspondido.
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