Sobre todo Hollywood, pero también las alfombras rojas del Festival de Cannes, han hecho que el cine sea un referente de la moda y que incluso en algunos casos marque tendencias. Esta relación no siempre fue tan estrecha, y la leyenda italiana Salvatore Ferragamo dejó una huella perenne en la historia de esta fusión. Con sus zapatos pisó el set de muchas de las películas más icónicas de los años veinte, cuando Hollywood veía crecer a personajes como Harold Llyod,Mary Pickford, Barbara La Marr, Pola Negri, Rudolph Valentino y Charles Chaplin.
El talento de Ferragamo se desarrolló a muy temprana edad. A los 9 años confeccionó por primera vez zapatos para una de sus hermanas. De niño se desarrolló como aprendiz de zapatero y abrió, en compañía de su hermano, una primera tienda a los 13 años de edad en su propia casa en Bonito, Italia, su ciudad natal.
A los 14 años saltó el Atlántico para llegar a Boston, donde quedó asombrado con la maquinaria moderna que se utilizaba para la fabricación de zapatos. Sin embargo, también se dio cuenta de las limitantes en la calidad que este tipo de procesos, mucho más estandarizados, implicaba. Fue este el momento epifánico en el que el joven Salvatore supo que sus creaciones siempre llevarían un sello único: “hecho a mano”.
Le interesaba crear piezas que además de bellas y originales, se amoldaran perfectamente a cada pie. Su pasión por la anatomía humana lo llevó a mudarse al oeste para estudiar en la Universidad del Sur de California (USC), mientras abría una reparadora de zapatos.
Eran los años veinte, la industria del cine florecía y entonces el joven humilde provinciano que había salido de Italia para hacer los mejores zapatos que su talento le permitiera, decidió mudarse a Hollywood para formar parte de ese mundo. Arrancó haciendo zapatillas para los bailarines que pronto identificaron la buena mano del diseñador ya que podían pasar horas filmando en los estudios sin que sintieran incomodidad en los pies. Adquirió tal renombre que los directores más importantes de la industria como D.W. Griffith (Way Down East, 1920) y Cecil B. DeMille (The Ten Commandments, 1923) lo mandaron llamar para que vistiera los pies de sus actores y bailarines en las grandes producciones. Entonces, paralelamente, abrió su tienda Hollywood Boot Shop que atrajo de inmediato la atención de famosas estrellas que acudían atraídas por las piezas únicas y el trato personalizado del diseñador.
Al poco tiempo decidió volver a Italia y poner una tienda en Florencia para enriquecer su trabajo con la tradición de artesanos de la ciudad. Durante su época de oro en los estudios, Ferragamo creó zapatos a la medida de Audrey Hepburn, Ava Gardner, Greta Garbo, Anna Magnani,Paulette Goddard, Lauren Bacall, Charlotte Rampling, Sophia Lauren y Marilyn Monroe, entre otras. Aunque el famoso diseñador falleció en 1960, dejó a cargo de su imperio a su esposa y a sus seis hijos. Actualmente, la marca, ya con una línea de ropa y accesorios, sigue incrustada en los guardarropas de los millonarios del cine y en los sets de filmación.
El Museo Salvatore Ferragamo, que se encuentra en la ciudad de Florencia, alberga una exposición de las creaciones más icónicas del diseñador. Incluye las zapatillas hechas paraAudrey Hepburn, un salón exclusivo de sus clasiquísimos “zapatos rojos”, un escaparate con los diseños hechos a la medida de las grandes producciones de Hollywood, entre estos la icónica zapatilla de piel dorada de extravagante estilo árabe que hizo para Douglas Fairbanks en la cinta The Thief of Bagdad (1924), y réplicas de las piezas por las que fue reconocido en la industria de la moda, como “la sandalia transparente” y una sandalia de oro de 18 kilates que confeccionó especialmente para la esposa de un magnate australiano. Sin duda la pieza más impactante es la que se encuentra a la entrada del museo, una zapatilla de casi dos metros de altura, réplica de su famoso modelo “rainbow” creado para la famosa actriz norteamericana Judy Garland (The Wizard of Oz, 1939).
Entre los trabajos más recientes para Hollywood de la casa Ferragamo están todos los zapatos deEvita (1996) protagonizada por Madonna; Ever After: A Cinderella Story (1998) con Drew Barrymore, y Australia (2008) en donde personificó a Nicole Kidman como una aristócrata inglesa, elegante y clásica, de la época de los treinta. La casa Ferragamo ha producido zapatos a la medida durante más de ochenta años. La fuerte estructura de fineza, comodidad y sensualidad fascinante sobre la que este imperio se fundó le garantiza varias décadas más robando cámaras.
Abajo te dejamos el cortometraje del famoso fotógrafo de moda, Mikael Jansson, que presenta la nueva temporada otoño-invierno de Salvatore Ferragamo, estelarizado por el icono del modelaje, Kate Moss.