Sus imágenes son altamente explícitas para su conservadora patria, llena de códigos convencionales en el arte y la comunicación dentro del estado socialista en el que se desarrolla la China actual. Genitales, senos, erecciones y secreciones son capturados sobre espacios en blanco o en ambientes naturales, donde a pocos complementos como el color de una flor, labiales y laca rojiza resaltan de la sobriedad orgánica de los cuerpos sin ropas; detalles suficientes para ser censurado dentro del gremio artístico de su país, una problemática que se desarrolla continuamente, como fue el caso del artista Ai Weiwei, quien lo invitó a colaborar con él como parte de una exposición colectiva en Shanghai, en la que se presentó a la nueva ola de artistas chinos del siglo XXI en 2000 titulada: Fuck Off.
El trabajo de Ren, el que también se presentó en Fuck Off: 2, logró proliferar, exponiendo de manera internacional en países tan diversos como Rusia, Italia, Francia, Suecia, Reino Unido y Austria.
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